lunes, 7 de diciembre de 2015

Gracias Nicolás, ¡eres el mejor!

Dice un dicho que no hay mal que dure mil años, ni cuerpo (o pueblo) que lo resista. Lo que sucedió este histórico domingo 6 de diciembre en Venezuela, fue un escenario que se auguraba meses después de la forzosa elección presidencial del 14 de abril, en el que fuiste obligatoriamente electo por un grupo de personas que aún lloraban la partida del “Gigante”.

Llegaste por obligación, sin liderazgo ni apoyo. Recibiste centenas de asesorías para mejorar tu dialecto, vestirte un poquitico mejor y hasta para tratar de imitar al “comandante eterno” con tus bailes en tarimas. Pero has sido un mal alumno, parece que estudiaste al caletre.

El chavismo en nuestro país ha sido maravilloso. Nos convirtió en un pueblo más fuerte, orgulloso de lo nuestro y sobretodo, defensor de nuestra tierra, a contra viento y marea. Estos 17 años de historia, por cierto la misma cantidad que le duró la dictadura a Augusto Pinochet en Chile, nos sirvió de mucho. La mejor vía para salir de esa propuesta país, era contar con alguien de ellos mismos que contribuyera al detrimento de Venezuela, para que así todo cayera por su mismo peso.

Dios nos regaló al mejor alumno. Nos mandó a ti para que fungieras como instrumento y así la salida fuese pacífica. Si no hubiese sido por tu verbo, por tu terquedad, tu odio y tu ímpetu por desunir a los que hasta en algún momento creyeron en ti, nada de esto hubiese ocurrido. Los venezolanos que queremos paz y libertad no estuviésemos celebrando, muchos estarían llorando de tristeza por solo imaginarse la continuidad de una Asamblea Nacional que se convirtió en el circo político más deprimente de América Latina.

El trabajo lo hiciste tú, nadie te ayudó. Poco a poco fuiste superando al maestro y hoy recibes una cucharada de tu propia medicina. Has sido el “camarada” que más le ha aportado a esa Venezuela honesta y alegre que estaba hundida en ese túnel oscuro que parecía no tener salida.

 Desde aquí, quiero agradecerte por todo lo que hiciste. Aplaudirte por despertar a esos seguidores rojitos que por años permanecieron ciegos a una realidad que nunca conllevaría a nada bueno. Te mereces el pódium número uno y una medalla de cartón bien grande para que no olvides que fuiste tú quien liberó a Venezuela, y el que también traicionó el legado del “Comandante supremo y eterno”, porque así más nunca volverán... Gracias Nicolás, ¡eres el mejor!

Kervin García M. @kervingarcia